Faranduleros, el 2015 se está yendo y tienen que estar súper listos para iniciar el 2016 como se debe. Tomen nota de los rituales de fin de año de estos famosos.
A la que no le gusta salir corriendo con maletas y hacer rituales de amor o dinero es a Lorena Herrera. Ella prefiere sólo comerse las uvas y hacer una lista de las cosas por hacer el próximo año. Ustedes sean más creativos faranduleros, lo de los rituales es cosa seria.
A el ex integrante de «Sin Bandera», Noel Schajris, le gustan más las ondas espirituales y energéticas. Su ritual es cerrar los ojos a modo de reflexión y agradecer un año más y lo vivido en éste. Finalmente visualiza lo que quiere que suceda en el año nuevo y lo agradece como si ya hubiera pasado. Eso es básico faranduleros, cuando pidan algo al universo, tienen que hacerlo como si ya estuviera sucediendo. Hay que aprender a pedir del modo correcto.
La actriz y modelo venezolana Marjorie de Sousa le gusta pasar el fin de año en familia. Antes de las campanadas prepara los deseos que pedirá con cada uva. Después prepara una meditación para hacerla en familia, con el propósito de reflexionar sobre el año que se va, pedir perdón y dar gracias a Dios por el año vivido. Y por supuesto, también sale corriendo con las maletas para que vengan muchos viajes el año entrante.
Reflexionar sobre el año que ya se va es básico, faranduleros, de verdad háganlo, hay mucho aprendizaje ahí. Así lo hace Ana Brenda Contreras; ella hace un recuento de lo que dejó ir y de lo que se quedó. Mete en su cartera lentejas, que es para traer el dinero, brinda con champán y sale corriendo con las maletas.
A Lucía Méndez lo que le gusta hacer en esa fecha es ir a misa y juntarse con su guía espiritual, para que juntos lean la Biblia y traduzcan los pasajes a su vida. Dice que eso le funciona y lleva años haciéndolo. Más que hacer rituales, a Lucía le gusta estar siempre cerca de Dios. Ya ven faranduleros, hay todo tipo de costumbres.
La ex Miss Universo, Alicia Machado, recibe el año nuevo con mucha pila. A ella lo que le gusta es enloquecer. Reparte besos a todos, llora, ríe y salta. Dice que ese es su modo de agradecerle al año, todo lo que le dio. De hecho en Dinamarca, faranduleros, suelen subirse a una silla y saltar con cada campanada, eso es para dejar ir el año viejo y recibir el nuevo con buena suerte.