¡Faranduleros!
Todo indica que la carrera que tantos años le ha costado a Paulina Rubio, no hace nada más que ir en un total e inminente declive.
La chica dorada se encuentra de tour… ¡Y sólo sus fans lo saben!
Aunque la lealtad de ellos sea lo más importante en la carrera de cualquier cantante, es un hecho que la falta de publicidad y difusión, levantan sospechas de que algo no anda bien. Para nada bien. Si además, a lo anterior se le suma que desde 2012 no cuenta con un álbum nuevo –solo lanzó dos sencillos; ‘Mi nuevo vicio’ (2015) y ‘Me quema’ (2016)–, el panorama empeora.
Y no olvidemos su (más que desastrosa) participación en el jurado de «The X Factor USA», pues sus opiniones eran pésimas, y no hablemos de su fatal inglés, lo cual nos hizo cuestionarnos a más de uno, ¡qué era lo que Paulina hacía ahí!
Sí, es una de las más reconocidas intérpretes de latinoamérica, por lo que puede ofrecer sin problemas un concierto, gracias al extenso y exitoso repertorio con el que cuenta. El problema radica en que sus últimas presentaciones tampoco han dado el ancho. De los tiempos en los que llenaba al Auditorio Nacional de luces, rayos, pantallas con vídeos de primera, props y bailarines, solo queda el lejano recuerdo. Su producción brilla, pero ahora por ser extremadamente pobre.
Esta decadencia comenzó justo cuando promocionaba ‘Brava!’. Todavía se le pudo ver con ímpetu en la Arena Ciudad de México, aunque el recinto no se llenara ni al 80% de su capacidad. Los espectaculares y vallas aparecieron pocas semanas antes del show, y pusieron en duda el poder de convocatoria de la rubia. Luego de firmar contrato con una marca de tintes para el cabello, lo que bien pudo ser un trampolín para regresar a las viejas andadas, resultó un fiasco.
Más allá del escándalo por llevar poco tiempo su melena roja, le falló al público con un espectáculo de poca duración y, para variar, con triste interés en apoyos para resaltar su desempeño, en el que, el ya característico ventilador que usa era el mayor highlight de la noche. ¿Dónde estaba el presupuesto de su exclusivo patrocinador? ¿Cómo era posible que se atreviera a aparecer así, como si lo hubiera montado un día antes? Además de butacas vacías, nuevamente se veían así los ánimos.
Por ello, no es sorpresa que Pau haya optado por el palenque hoy en día. Si bien tiene su encanto y no hay en absoluto algo en contra de él, parece que este tipo de aforo es el único que puede afrontar y en el que no puede decepcionar. El tamaño del lugar y su capacidad, se prestan para no elevar las expectativas entre los asistentes, quienes no podrán manifestarse inconformes, porque bien sabía a dónde iban, aunque el precio de los boletos sea tan elevado, como el de una estrella en pleno apogeo.
Sin material recién salido del horno, es difícil que vuelva a despegar y volar a las alturas ya acostumbradas. El que se esperaba en 2017 sigue siendo un misterio, que nos atrevemos a decir que se resolvió en el momento en el que tuiteó que empezaría su #PauRubioTour2017. O sea, no existe ni está en camino. ¿Qué caso tendría arrancar una gira antes de su lanzamiento? ¿Tendrá que recurrir pronto a un ‘Primera Fila’, el salvador de varias carreras en descenso? Ya vimos lo que este íntimo espacio pudo hacer por su archirrival, Thalía.
Querida Pau, extrañamos a tu versión del año 2000, deseosa por darle a su gente una velada divertida e inolvidable; a la de 2004, la que hacía cantar a todo mundo (hasta a tus haters) con pegajosos temas; a la de 2009, la que todavía se esmeraba por impresionar o sorprender.
¿Qué acaso no eres la Madonna mexicana?