Uno cuando es niño, faranduleros, siempre admira a sus papás y quiere ser como ellos. Así le pasa a los hijos de actores que aspiran a la fama y al éxito. Algunos de ellos van por buen camino, pero hay otros que de plano deberían buscarse otra profesión.
Max Irons es hijo del gran actor Jeremy Irons. Sus inicios no fueron fáciles ya que es disléxico pero la perseverancia, faranduleros, acompañada de esfuerzo, le hizo abrirse camino poco a poco. Empezó actuando en obras de teatro, al mismo tiempo que alternaba la actuación con el modelaje. Su nombre empezó a sonar en 2011, por su actuación en la película Red Riding Hood, y en 2013 cuando protagonizó, junto con Saoirse Ronan, The Host.
No es que Tom Hanks sea todo un adonis, pero definitivamente su hijo está mucho más lejos de serlo, lo bueno es que no es modelo. Colin Hanks empezó su carrera con un pequeño papel, en la película de 1996 That thing you do y, a partir de ahí, ha participado en casi 20 películas y 10 series de televisión, pero nada que lo haya hecho saltar a la fama.
Alexander Skarsgard es hijo del actor sueco Stellan Skarsgard. Empezó su carrera desde que tenía ocho años y hasta ahora no ha parado. Sin duda su papel más importante ha sido en la serie True Blood, que lo lanzó a la fama.
Scott Eastwood es hijo del legendario actor y director Clint Eastwood. Ha trabajado en el cine desde el 2004, pero no fue hasta el 2015, que obtuvo su primer papel protagónico en la película The longest ride que, para mi gusto faranduleros, es una película bastante mala, se hace tan larga, que ni el taco de ojo vale la pena.
Don Johnson mundialmente famoso por la exitosa serie de los años 80 Miami Vice, es el papá de Dakota Johnson. Esta actriz con carita inocente inició su carrera, primero siendo modelo, y después empezaría a aparecer en películas, a partir de 2010. Sin duda alguna su gran salto a la fama fue en 2015 con Fifty shades of Grey.
Faranduland 