Como saben faranduleros, ya estamos próximos a la entrega de los premios Oscar y hay todo un escándalo alrededor del tema, incluso se ha hablado de un boicot hacia La Academia a modo de protesta, y pedir que las cosas cambien, ¡ya! Yo en lo particular, no me atrevo a pronunciarme a favor o en contra, sólo creo que hablar de racismo es un tema delicado, que no debe tomarse a la ligera.
El 16 de enero Jada Pinkett Smith, la esposa de Will Smith, estalló en furia al notar que por segundo año consecutivo no hay ningún actor (y actriz) afroamericano, nominado a las categorías de mejor actor y mejor actor secundario. Recriminaba a La Academia por no reconocer el trabajo de los actores de color y que, al parecer, sólo son bienvenidos en los Oscars para entregar algún premio, e incluso para ser presentadores y entretener a la audiencia. Jada aseguró, que ni ella ni su esposo, asistirán a la entrega de premios, es más, que ni los verán por la tele.
Las palabras de Jada rápido se esparcieron y, así como ella, varios famosos no perdieron la oportunidad para manifestarse. El director Spike Lee dijo que tampoco asistirá a la entrega, y les escribió a los miembros de La Academia de forma más o menos educada para avisarles que no asistirá a la entrega, que no es falta de respeto, pero simplemente no puede apoyar este tipo de situaciones. Más tarde, en una entrevista para la televisión, Spike parecía hacer burla de la situación, diciendo que mejor se va al juego de los Lakers. Entonces: ¿es con respeto o sin respeto? ¿O es respeto a medias? Cabe mencionar que a Spike le dieron el pasado noviembre un Oscar honorario…
El actor Ian McKellen dijo entender perfectamente las quejas ya que él, como homosexual, sabe lo que es estar del lado de las minorías. Declaró que este sentimiento que tiene hoy la gente de color, al no sentirse representada, lo tuvieron también las mujeres en su momento y , aun hoy en día, los homosexuales.
Por su parte Michael Caine, expresó que ganarse un Oscar no es cuestión de otra cosa más que de una buena interpretación, que los votos no pueden darse a los actores por el hecho de ser de color, su trabajo es lo que debe lograrlo.
Opiniones no han faltado, ni faltarán. En redes sociales se creó el hashtag #OscarsSoWhite donde durante días, tanto actores como el público en general, no han dejado de comentar al respecto y, seguramente, el 28 de febrero se utilizará millones de veces más; va a estar bueno faranduleros.
Sólo queda una gran incógnita y esa es Chris Rock, el presentador de los premios, en este año que, como saben, es afroamericano. Chris nos tiene con el alma en un hilo, porque hay demasiadas especulaciones. Que si se va a presentar, que si no va a llegar, que si cambió el guión, en fin. Este año estaremos obligados a ver la premiación, para satisfacer nuestro morbo.
Finalmente, Cheryl Boone Isaacs, presidenta de La Academia, lanzó un comunicado, donde expresa empatía y preocupación por lo que está sucediendo. Anunció que habrán grandes cambios a partir de ahora, en los miembros que conforman La Academia, y la forma en la que opera. Pero como la gente nunca está satisfecha, esto también les pareció racista.
No sé, a mi me suena a que el universo está conspirando para que DiCaprio no pueda disfrutar unos minutitos de felicidad… ¡claro!, eso si es que gana el Oscar…