Andaba con el pendiente de contarles lo que pienso acerca del cambio de sexo del exatleta, y figura de la televisión, Bruce Jenner; a la mayoría nos cayó como bomba, cuando comenzaron a surgir toda esta serie de rumores de que el padrastro de las Kardashians se sentía mujer desde que era un niño. Obviamente, ya habíamos notado que tenía varias cirugías de nariz, y el cabello largo, pero al menos yo nunca me imaginé lo que había atrás de todo esto.
Para que me entiendan un poco más, les contaré acerca de lo que conlleva cambiarse de sexo. Jenner tomó hormonas y se realizó algunas operaciones en la cara y en las boobs, aunque todavía no confirman si ya se hizo alguna cirugía en los genitales, o sea “la jarocha”, para que me entiendan.
Lo realmente impresionante, es el revuelo que causó, al romper todos los récords de portadas, redes sociales y la gran exposición que tuvo la mundialmente famosa portada de la revista Vanity Fair, donde pudimos ver su nueva imagen y el nuevo nombre. Muchos se cuelgan de este evento, para demostrar su apoyo a la comunidad transexual de todo el mundo pero, desde mi punto de vista, a la gente todavía le pesa más el morbo, y las críticas negativas de las que ha sido blanco Caitlyn Jenner.
Independientemente de si sea hombre, mujer o como quieran llamarle, lo que hizo el ganador de la medalla dorada en el decatlón los Juegos Olímpicos de Montreal, demuestra que tiene muchos huevos, ¡jaja!, por así decirlo.
Lo reflexión que rescato de todo esto, faranduleros, es que no tengan miedo de decir lo que quieren, sienten o piensen, y no se esperen hasta los sesenta y tantos años, como lo hizo Jenner, para alcanzar su felicidad.