Floyd Mayweather: No cabe duda que este pedazo de boxeador ha superado las expectativas de muchos, porque ha sido campeón del mundo en cinco categorías distintas: superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter. Tan sólo la última pelea, contra el cagadito de Pacquiao, ganó la pequeñísima cantidad de 180 millones de dólares, convirtiéndolo en el deportista mejor pagado de todos los tiempos.
Madonna: Es cantautora, actriz, empresaria, ganadora del récord mundial “la solista más exitosa” y de mayores ventas musicales de todos los tiempos. Esto sí que es impresionante, no por nada es, y seguirá siendo, la Reina del Pop, hasta el día de su muerte. De acuerdo con Wealth-X, amasa una fortuna de 800 millones de dólares.
Ellen DeGeneres: Una de las presentadoras de televisión y comediantes, más populares de Estados Unidos. Ha conducido galas de premios Emmy y Óscar. La popularidad de la celebridad despegó, cuando confesó su homosexualidad, ya que muchas personas le mostraron su solidaridad, y hasta consiguió más chamba, después de haber salido del closet.
Oprah Winfrey: Esta señora le hace a todo, presentadora, productora, empresaria, filántropa, etcétera. De acuerdo con la revista Forbes, fue la persona afroamericana más rica del siglo XX, y la única de origen negro en poseer en el mundo, más de mil millones de dólares, durante tres años consecutivos, ¿cómo ven? Ni lo que ganarían en 20 mil vidas mis queridos faranduleros.
Taylor Swift: Pese a su corta edad, es una cantautora extraordinaria y con las ganancias de sus exitosos álbumes, se hizo propietaria de lujosas propiedades y hasta de un jet privado. Esta güerita nos ofrece el mejor ejemplo de que una relación no siempre es lo peor del mundo ya que, justo de sus decepciones amorosas, ha sacado la inspiración necesaria para escribir sus canciones.