Francia derrumbó el sueño de Islandia en cuartos de final, pero los vikingos nunca parecieron ser los vencidos. La selección volvió, pero con la cabeza alta, como héroes, guerreros, como los ganadores de la Eurocopa (moralmente).

Un país con una población menor a la que tiene Manchester, uno de sus entrenadores, dentista, se ha ganado el respeto y admiración de la afición, en general. Hasta alcanzar la sorprendente estadística de incrementar en un 1,800% la venta de sus camisetas, durante la Eurocopa.

Islandia no figuraba por ser un país con una gran dote en el balompié, a pesar de que en los últimos seis años ascendió, del puesto 112 al 34, del Ranking FIFA, pero lograron que durante dos semanas, todo el mundo estuviera hablando de su pequeño país, que no rebasa los 330,000 habitantes.

El boom se desató en redes sociales, donde muchos aficionados comenzaron con apuestas muy descabelladas, si Islandia lograba la osadía. Hasta el expresidente del Real Madrid, Ramón Calderón, se sumó a la locura y subió en su cuenta de Twitter una imagen con la camiseta de Islandia, después de derrotar a Inglaterra.

Al terminar el enfrentamiento contra Francia, todo el equipo islandés se acercó a sus hinchas para realizar su particular “haka”, por última vez.

Esta ha sido la primera participación de Islandia en la fase final de un torneo, lo que repercutirá en la revalorización de sus futbolistas.

El recibimiento, en sus coloridas tierras, fue como se esperaba, con una horda de aficionados esperando la llegada de sus vikingos, algo que quedará grabado en la historia del fútbol.

@LocaFarandulera